NOROÑA, ¿EL PATITO FEO?

Por Carlos González Muñoz

¿Le invitará Claudia a su gabinete? ¿acaso no lo quieren por carecer de “pelos en la lengua”?

Gerardo Fernández Noroña, poseedor de un vocabulario mordaz, preciso, combativo, está inquieto, observando designaciones y nombramientos a su alrededor contradictorios, excluyentes, sectarios.

El silencio cómplice, sumiso, definitivamente no es una de sus características: Al igual que AMLO, Gerardo Noroña hace gala de su honestidad intelectual y exclama a los cuatro vientos que “su pecho no es bodega”.

Enojado, antier le reclamó públicamente a Claudia Sheinbaum, la virtual Presidenta electa, no haber sido considerado por ella hasta el momento para ser el coordinador de los senadores de Morena, según lo pactado en la contienda interna que ganó Sheinbaum, pese a haber quedado Gerardo en tercer lugar, apenas después de Marcelo Ebrard.

De inmediato, tanto Claudia como el propio AMLO le respondieron, bajándolo del camión de Morena: ”Usted es del PT, no es nuestro”.

No se vale: Gerardo Noroña, más que muchos otros, desde siempre ha sido y sigue siendo un digno y comprobado representante del Movimiento de Regeneración Nacional, un aguerrido defensor e impulsor de la democracia desde hace décadas que no puede ser despreciado, ninguneado, con el pretexto de su perfil ideológico caracterizado por la dureza de su discurso, de su estilo.

Considerado por muchas y muchos mexicanos como un mexicano ejemplar, un político de principios, de los mejores tribunos del país, no han dudado en manifestar su solidaridad con Gerardo Fernández Noroña y están preocupados, muy pendientes de lo que vaya a suceder con él.

Los casi 36 millones de votos recibidos por Claudia Sheinbaum son un claro testimonio de que el pueblo de México quiere que el proceso de transformación social, política y económica que se inició en 2018, continúe y se profundice, que no se detenga ni mucho menos, se desvíe hacia la derecha.

La población en general pero más los pobres, las mujeres, los jóvenes, tienen confianza en gente como Gerardo Fernández Noroña. Estoy seguro que él atrajo el voto de millones de ciudadanos politizados, congruentes, ciudadanos que ahora exigen que se cumpla con lo ofrecido: no se valen los dobles discursos, vengan de quien vengan.

Personajes como Noroña no sobran, al contrario, le hacen falta a Morena para legitimarse y dejar constancia de que el poder político sólo le sirve al pueblo cuando lo tienen en sus manos políticos como Noroña.

¿Será el patito feo? Esperemos que no.