EL LADO HUMANO DE LA VIDA SOCIAL

• Nos falta comunicarnos

Por: Armando León Lezama

En días de lluvia, la tristeza es más sentida. Ir por la ciudad, para ser un guerrero en la adversidad no es nada fácil.

Porque, por dentro del ser, en lo íntimo, en lo universal, ríos de fuego y lava volcánica del corazón, van de pies a cabeza y vuelven a subir.

Lo bueno de la templanza es que se modera la actitud ante la vida: La tristeza por debajo de la piel.

El deber ser social, de la piel hacia el exterior.

El asunto de mi personal tristeza, es que se ajusta a una serie de males de la población, por no existir comunicación.

El actuar por pasión, arrebato, hace perder el piso y empeorar lo que está mal.

El ir haciendo o dejando de hacer, sin diálogo, nos limita e impide saber el sentir, razones, ideas, sentimientos, del otro.

El diálogo, da oportunidad de mejorar la relación humana.

La vida pública, también.

Entonces, casa por casa, calle por calle, la ciudad completa, la zona rural, lograría solucionar males de todos los días: basura doméstica, alumbrados, malos caminos, pésimo servicio de transporte, agua negras en temporada de lluvias por las calles, seguridad pública.

Pero el lado humano queda detrás del egoísmo, sentimientos nobles hacia el prójimo y hacia quien merece, esos gracias que no se dan.

Bueno es entonces, no ignorar a los trabajadores de la vía pública.

Sobre todo, si son quienes resuelven nuestros servicios necesarios.

Sean pues, comunicación, dar gracias y la participación organizada lo que empujará cambios verdaderos y no tener que pasar por pesares y tristezas, innecesarias.

Viva la vida de la soledad!

Pero, se ocupa, sacar el lado humano y noble, de cada uno, para hacer muchos cambios para bien de la humanidad.