SUPERLÍDERATOS, MADRUGETES, CONTRATAQUES Y OTRAS ESTRATEGIAS DE LA CANCHA PARTIDISTA
Por Iván Urusquieta
Que la política sudcaliforniana esté de la patada podría ser la principal causa de que la liguilla del futbol mexicano parezca una sátira deportiva del irregular desempeño que están mostrando en las canchas partidistas las y los aspirantes a los puestos de elección popular en el estado.
Y es que así como en el América –fiel al estilo televisa- están viviendo una auténtica telenovela (porque a pesar de que el equipo logró virtualmente el pase a la final, ya le encontraron sustituto al turco Mohamed en la dirección técnica) acá en el tricolor han comenzado a incrementar algunos rumores insidiosos de que Chelita le daría gane – o le pegaría win, como dicen los aficionados- a Ricky porque los directivos la considerarían mejor estratega para ganar el juego en el campo.
Con el madruguete que la alcaldesa dio en el casino Bellavista donde cual ventajoso delantero anticipó el cobro de un tiro libre hacia la portería al afirmar con micrófono abierto que ella será “la próxima gobernadora”, muchos integrantes de la barra priísta consideraron que a Barroso le había caído la maldición del superlíder que a pesar de aventajar en puntos en la tabla de posición se queda al margen del campeonato.
En este estadio de las aspiraciones electorales, algunos sectores de la grada tricolor que NO aprueban el estilo de juego del Senador RBD –cuyas iniciales sugieren que su canción de campaña podría ser interpretada por Anahí y Dulce María- ya estaban prestos a gritarle al joven político la fatídica consigna de “lástima Margarito…”, pero ante el agandalle del Bellavista, Barroso emprendería el contragolpe con la desenfrenada elocuencia del cronista Martinolli y expresaría entusiasta “la turca, que la mía es árabe…”.
Así como se rumora que el América contrataría al panzas verde Matosas para mejorar su táctica ofensiva, Barroso hizo el fichaje de Rommel Fiol a través del Verde Ecologista, color de uniforme que podría convertirlo en una versión choyera de Celostina.
En esta cámara húngara en que se ha convertido la vida partidista- cual si fuese un clásico de clásicos de los ochenta, donde el chiva Quirarte se tundía duro con el americanista Tena- hasta Don Isaías le entró al quite.
Más encolerizado que el Tuca Ferretti en una rueda de prensa, González Cuevas sacó la garra tigre y le tiró un zarpazo letal a la alcaldesa de Toluca, Hilda González Calderón, quien en su reciente visita a La Paz aplicó la caricaturesca frase de “pasaba por aquí” para decirle a los choyeros que ella reconoce a Esthela Ponce como ejemplo nacional y que sería una buena gobernadora del Estado de México.
Resuelto a que no le metieran gol en su cancha, el croquista fortalecería su esquema defensivo y así contestaría que en lugar de repartir cartas de recomendación en tierra ajena, al alcaldesa oriunda de la tierra donde se creó el chorizo verde –que además es cuna de los diablos rojos- debiera ocuparse en mejorar las condiciones de solvencia en la capital mexiquense.
En esta inconsistente liguilla, los fans tricolores afirman con chanfle y jiribilla que existen similitudes entre Picore y el Monterrey, no por que comparta la austeridad financiera de los regiomontanos, sino porque está pelón –como el chupete- que remonte la desventaja ante su rival.
Pero en el equipo de Davis hay confianza de lograr la gesta por la calidad de plantel, ahí tiene en Freddy Zamora el equivalente de Dorlán Pabón, que como buen carrilero de tez morena y piernas veloces, tendría la capacidad de hacer una rápida transición desde San Lázaro hasta un distrito local. El buen Panchito sería como el Chelito Delgado, no por el cabello rebelde, sino porque desde el banquillo le gritarían “sube Pelayo, sube…” para que como goles, remate los votos en la cancha Comundeña.
En esta política de estufa, porque se está calentando los juegos previos a la gran final – que para este caso será la elección constitucional- tanto Saúl González como Alejandro Tirado ocuparían el rol de Carlitos Vela, porque todo mundo sabe la posición que quieren jugar, pero están renuentes en aceptar el llamado de su selección partidista.
Y mientras el PRD es a la política local lo que el chiverío de Vergara al fut mexicano, porque aunque realicen lo más diversos fichajes para evitar el descenso, nomás no encuentran la fórmula táctica para ganar puntos, ni siquiera importando gente del interior para sus barras de animación, desde Los Pinos mandaron decir al graderío que ante el caso de los 43 desaparecidos debe prevalecer la resignación, sugiriendo que se adopte el fairplay con el slogan “Ya supérenlo”, cuando la sociedad fanatizada con el distractor que es el balompié ni siquiera es capaz de olvidar el intrascendente #noerapenal.